Hoy queremos hablar sobre una de las creaciones de pastelería más famosas en nuestro país: el brazo de gitano. Este curioso postre, enrollado sobre sí mismo, tiene también un origen de lo más peculiar, y que se remonta al S.XIX. ¿Quieres saber cuál es? ¿Por qué ha acabado teniendo este nombre? ¡Acompáñanos en este viaje en el tiempo y descúbrelo!
Tal y como hemos contado, para saber los orígenes de ese riquísimo dulce en forma de clindro, nos debemos remontar al S. XIX. En la ciudad de Barcelona era tradición que las personas que se dedicaban a hacer recipientes como ollas, calderos, cazos, chocolateras… perteneciesen a etnia gitana. Los caldereros gitanos formaron su propio gremio en la Ciudad Condal, junto a los hojalateros, reparando y vendiendo por los diferentes establecimientos objetos en cobre batido, laminado y forjado.
Tal y como cuenta el Sr. Juan Turull Estatuet, Presidente del Gremio de Pasteleros de Barcelona, junto al pago por la venta de las cazuelas, en las pastelerías recibían también los recortes de bizcocho que sobraban del día. Eran planchas de masa que, al ser más grandes de lo habitual, no eran sencillas de transportar, por lo que las enrollaban en el brazo del calderero. De ahí viene el origen de su curioso nombre.
Actualmente, los brazos de gitano se denominan en España de diferentes formas, dependiendo del lugar donde se comercialicen: reinas, troncos, mangas gitanas, brazos…
¿De qué está hecho el brazo de gitano? Pues de un riquísimo bizcocho, suave y ligero, llamado genovés. Se hornea en una plancha fina en la que le añadiremos relleno de nata montada, chocolate, mermelada, crema pastelera… Se lo enrolla y se decora al gusto con azúcar glass, nata, chocolate…
En nuestra Pastelería le llamamos brazo y puedes degustarlo de trufa, bombón, nata con yema y crocanti. ¡Todos ellos están para chuparse los dedos!